Eternamente en fuga como la ola

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Me imagino que en nada entrarás por la puerta con las manos en los bolsillos y ese aire de interesante que te marcas. Con un leve suspiro te desplomarás a mi lado para darme un beso, pequeñito, y para taparte con las sábanas y acurrucarte un momento. Me imagino hablándote sin parar y a ti poco a poco curvando la sonrisa, y callándome con un abrazo de piernas incluído.

Nos imagino caminando por la calle como buenos conocidos y desmintiéndolo de vez en cuando.
Te imagino riéndote hasta enseñar todos los dientes de alguna tontería o frase hecha de las mías, te imagino contándome tus liortas y a mí mirándote con cariño, porque me gusta cuando explicas las cosas y cuando haces cosas bonitas sin darte cuenta.

Tu olor ya es más que conocido por mi, lo imagino también descansando sobre mi piel. Y la tuya, bajo la mía, y tu boca con mi boca, tus manos que huyen pero luego buscan, nos recuerdo y somos dos extremos que se tocan.